Era junio y mi familia y yo estábamos muy ocupados y cansado con el trabajo y la escuela, por lo que las vacaciones con mi familia fueron una buena idea.
Un día, mi hija me dijo que un juego de “El precio es correcto” estaba en Atlantic City y que el premio era un viaje gratis. Mi familia y yo estábamos tan emocionados que los boletos no nos costarían nada.